La población joven de Valleseco aprende del sector primario y sus valores

El municipio de Valleseco consolida un año más su compromiso con la formación integral de la infancia y juventud a través de su ya emblemático Campus de Verano, una iniciativa que combina el ocio, el deporte y el contacto directo con la naturaleza y el sector primario. Cerca de 150 niñas y niños participan durante los meses de julio y agosto en esta experiencia única que se desarrolla en un entorno privilegiado como es La Laguna.

Organizado por el Ayuntamiento de Valleseco, a través de la Empresa Municipal Somdevalle, el campus tiene como objetivo fomentar el conocimiento, el respeto y la preservación del sector primario, con actividades orientadas a la agricultura y la ganadería. Los menores cultivan un huerto ecológico, en el que han sembrado y recolectado hortalizas como zanahorias, lechugas, calabacines, tomates, judías y coles, al tiempo que aprenden el cuidado de animales como burros, gallinas, cabras y ovejas.

“Llevamos 18 años con este campus, que se ha convertido en todo un referente en las medianías de Gran Canaria”, recuerda Genita Rodríguez Santana, concejala de Deportes. “Recibimos inscripciones de distintos puntos de la isla, lo que demuestra su alcance. Aquí, las niñas y niños descubren sus capacidades, sus límites y desarrollan valores personales y de convivencia en un entorno natural y saludable.”

Las actividades se reparten entre el área recreativa de La Laguna y el polideportivo municipal, incluyendo juegos en la naturaleza, talleres, deportes, natación y nuevas propuestas como ‘Exploradores de La Laguna’, en la que los niños y niñas investigan el ecosistema local.

Wilmer Hernández Mejía, coordinador del campus, señala: “Hemos completado el aforo para julio y agosto. Lo que más disfrutan es el contacto con los animales y el huerto ecológico. Este año, por ejemplo, tenemos burras, cabritas, ovejas, gallinas e incluso un animal al que han bautizado con cariño como Gofio”.

Las voces protagonistas del campus, sin duda, son las de los propios niños y niñas que participan en él. Sus testimonios reflejan la alegría, el aprendizaje y el vínculo especial que están desarrollando con la naturaleza y el entorno rural:

“Me la estoy pasando genial. Es la primera vez que vengo y me estoy familiarizando mucho con las personas, los animales, y me divierto un montón”, comparte Sara.

“Estoy acostumbrado a la naturaleza, pero estar con tantos animales es nuevo para mí y me encanta. Mi favorito es Gofio, es súper mono”, dice Miguel, que añadía, “he aprendido que trabajar en equipo es importante, y que cuidar la naturaleza también es una forma de pasarlo bien. Me gustaría venir todos los veranos.”

“A mí me gusta mucho darle de comer a los animales y jugar en la caseta que estamos construyendo con mi grupo. Trabajamos en equipo y aprendemos un montón”, comenta Ainhoa.

“He aprendido que los abejorros no pican y que en la naturaleza hay que trabajar en equipo”, explica Susana, con una sonrisa.

“Lo que más me gusta es cuando hacemos actividades en el huerto y cuando regamos. También me gusta mucho construir cosas con mis amigos”, afirma Alejandro.

“Ya he venido otros años y me encanta estar aquí. Me gusta ayudar a cuidar a los animales y hacer amigos nuevos”, añade Gloria María.

“Aquí te lo pasas genial, haces cosas diferentes cada día, aprendes sobre agricultura, cuidas animales… ¡y haces muchos amigos!”, resume Joaquín, quien lleva participando desde los tres años.

Con cada día de verano en La Laguna, Valleseco fortalece su apuesta por una educación arraigada en el territorio, los valores rurales y el respeto por el entorno.

El Campus de Verano de Valleseco es mucho más que una actividad estival: es una herramienta de transformación y futuro para las nuevas generaciones.

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