- La Institución presenta y una campaña de concienciación bajo el lema: «EVITA SORPRESAS. Pon un médico en tu estética» para recordar que los procedimientos de medicina estética deben estar siempre en manos médicas
- Las consecuencias van desde resultados estéticos indeseables hasta complicaciones tales como: infecciones, lesiones en tejidos, necrosis, deformaciones y, en casos extremos, daños irreparables para la salud física y mental
- Ante un tratamiento de medicina estética siempre se debe hacer la misma pregunta: ¿quién me lo va a hacer y dónde me lo voy a hacer?
La medicina estética vive un crecimiento constante. Cada vez más personas recurren a tratamientos para mejorar su imagen y bienestar. Bien indicados y correctamente realizados, pueden ser una opción válida. Sin embargo, la banalización de estos procedimientos y la proliferación de ofertas sin garantías profesionales ni sanitarias han encendido las alarmas.
Ante esta situación, el Colegio de Médicos de Las Palmas ha presentado una campaña de concienciación bajo el lema:
«EVITA SORPRESAS. Pon un médico en tu estética».
“La medicina estética puede aportar bienestar, pero nunca debe hacerse a cualquier precio ni en cualquier lugar. El hecho de que una intervención se realice en un cuerpo sano exige un análisis minucioso de las expectativas del paciente y de los posibles riesgos. Cuando hablamos de técnicas que actúan sobre la salud, también en estética, la seguridad tiene que ir siempre por delante”, explica Elizabeth Hernández, presidenta del Colegio de Médicos de Las Palmas.
Tres claves de una medicina estética segura
Profesional médico
Los tratamientos que constituyen actos médicos deben ser realizados por médicos en ejercicio, con la formación científica y ética que garantice que las intervenciones sobre la apariencia física respeten la dignidad, la salud y la autonomía del paciente.
- Centro acreditado
Los tratamientos de medicina estética de carácter invasivo, tales como infiltraciones o cirugías tienen que realizarse en centros acreditados por la autoridad sanitaria competente.
- Información clara y honesta
El/la paciente tiene derecho a saber qué se le va a hacer, qué resultados puede esperar, qué riesgos existen, qué alternativas hay y qué cuidados posteriores necesitará. El consentimiento informado debe ser un verdadero diálogo entre médico y paciente sobre todas estas cuestiones, no un mero papel a firmar.
“Lo que queremos es que cualquier persona que se plantee un tratamiento de medicina estética se haga siempre la misma pregunta: ¿quién me lo va a hacer y en qué condiciones?”, añade Hernández.
Intrusismo: un problema de seguridad, no de estética
El Colegio pone el foco en el intrusismo como una de las principales amenazas para la seguridad de los pacientes en este ámbito. “Cuando hablamos de intrusismo, hablamos de personas que no son médicas o se presentan como tales, y sin embargo, realizan actos propios de la medicina”, subraya Nicolás Santana, secretario general del Colegio de Médicos de Las Palmas.
El intrusismo médico está recogido en el Código Penal como delito, con penas que pueden incluir prisión y multas. En el terreno de la medicina estética, puede traducirse en:
- Tratamientos médicos realizados por personas sin formación médica.
- Uso inadecuado de productos, técnicas o dispositivos.
- Procedimientos efectuados en centros NO acreditados.
Las consecuencias van desde resultados estéticos indeseables hasta complicaciones tales como: infecciones lesiones en tejidos, ,necrosis, deformaciones y, en casos extremos, daños irreparables para la salud física y mental.
Centros y señales de alarma
El Colegio recuerda que los centros que practican medicina estética deben contar con la autorización sanitaria correspondiente y cumplir la normativa vigente.
Entre las señales de alarma que deben hacer sospechar, la Institución destaca:
- Ofertas con precios llamativamente bajos para procedimientos que, por su naturaleza, requieren tiempo, material de calidad y un profesional cualificado.
- Falta de información clara sobre quién realiza el tratamiento y qué formación tiene.
- Realización de supuestos actos médicos en lugares que no cuentan con autorización sanitaria.
“Ante la mínima duda, es preferible detenerse, preguntar y comprobar, antes que lamentar después una ‘sorpresa’ indeseada”, señala Santana.
Qué hace el Colegio ante posibles casos de intrusismo
El Colegio de Médicos de Las Palmas dispone de varios canales de contacto —teléfono, WhatsApp, web y correo electrónico— a través de los cuales cualquier ciudadano o profesional puede trasladar sus dudas o sospechas.
Si un ciudadano nos traslada una sospecha de intrusismo, se sigue un procedimiento que incluye:
- Contrastar la información y verificar si la persona señalada es médico, así como comprobar si el centro en cuestión dispone de la autorización sanitaria pertinente.
- Recabar datos adicionales, hablar con quien ha realizado el aviso y documentar los hechos.
- Trasladar el caso a la Asesoría Jurídica del Colegio, que estudia si puede existir un delito de intrusismo u otras irregularidades.
- Cuando procede, presentar la denuncia correspondiente ante la autoridad judicial.
“El Colegio es una institución de derecho público con el deber de velar por el correcto ejercicio de la medicina y la seguridad de los pacientes. No miramos hacia otro lado cuando hay base para actuar”, afirma Santana.
Recomendaciones a la ciudadanía
El Colegio de Médicos de Las Palmas lanza varias recomendaciones básicas para cualquier persona que se plantee un tratamiento de medicina estética:
- Comprobar que el profesional que va a realizar el tratamiento es médico.
- Comprobar que el centro sanitario está acreditado.
- Desconfiar de mensajes que prometen resultados milagrosos o “sin ningún riesgo”.
- Consultar cualquier sospecha en el Colegio de Médicos en el Buscador de médicos, el directorio oficial de referencia, accesible las 24 horas en su página web medicoslaspalmas.es.
“No queremos que nadie renuncie a un tratamiento por miedo, pero sí que tenga claro qué debe exigir y qué señales deben hacerle desconfiar. Evitar sorpresas es posible cuando la medicina estética está en manos médicas”, concluye Hernández.


