Hoy continúo con mi “Guía Informal y desenfadada de Gran Canaria” para hablarte de otra joya natural, El Barranco del Aguila en el municipio de San Bartolome de Tirajana

Le llaman “del Águila”, porque en sus abruptas y rocosas laderas, anidaba hace unos cuantos años, la famosa “águila canaria” (Guirre), hoy por desgracia prácticamente extinguida en Gran Canaria, a causa del descontrol en el uso de los venenos para combatir otras plagas dañinas para la agricultura.

Hay quien conoce el lugar también por: “el Cañón del Águila”.

Este maravilloso barranco, arranca en Amurga, donde recibe el nombre de “Barranco de Turistal”.

Se encuentra situado en el Sur de Gran Canaria y más concretamente por la zona antes de llegar la playa de San Agustín.

La composición de su lecho, es casi todo de roca lisa madre, lo que hace impermeable a sus numerosas charcas semi profundas, que se han ido formando a lo largo del natural recorrido del agua de la lluvia hasta llegar al mar y que posibilitando, aun sin que el invierno haya sido particularmente lluvioso, éstas conserven siempre algo de agua; por cierto agua fría, pero lo que se dice “fría de cojones”, del tipo de las que te dejan pegados “los humildes, arriba del todo” y les cuestan luego  bajar a su lugar de reposo natural o también a las féminas  les ponen los pezones en punta y tan duros, como los cuernos de un  toro de Lidia, pertenecientes  de la ganadería de Don Diego Domecq, el del coñac. Jajajajaaja.

El Barranco en su parte superior es bastante ancho, para luego ir estrechándose y formando laberintos de rocas pulidas y limpias, para de nuevo volverse a ensanchar en su cauce final.

En todo él predomina la vegetación típica de los barrancos sureños, destacando los Verodes, Cardones, Tabaibas, Aulagas, Pitas etc.

Curiosamente no existen arboles, debido posiblemente a la aridez del suelo y altas temperaturas existentes durante el estío.

Es posible que, durante tu camino, te tropieces con alguna que otra cabra o cabrón, que de todo hay, y además aparentemente asalvajados; no te preocupes e ignóralos que, seguro tienen dueño y el mismo, seguro que  ya te ha calado desde hace un buen rato, aunque tu no hayas visto a él.

Y además estas son como las de Fuerteventura, de las que siempre “tiran pa´l monte”

Al final existe un bello salto de agua que, suele estar activo en invierno o cuando llueve, el cual lo puedes salvar, si eres tan valiente y experimentado escalador como para remontar las paredes, como lo hacen las mentadas cabritas.

Si al final has decidido visitar el lugar, te aconsejo que, no vayas solo, y siempre provisto de teléfono móvil, porque si por mala suerte, te metieras un “pugío” y a demás te me “escoñas todo” (ver mi léxico canario), no será posible sacarte de allí, sin no es con un helicóptero de salvamento y ¿Qué quieres que te diga amigo? Que no es cuestión, que por tu imprudencia de “enterado de la caja del aguale vayas a joder el domingo al pobre piloto, que había decidido ir con su familia a la Charca de Los Pérez en las Clavellinas, (Playa de Melenara) a comerse un asadero de sardinas, que sacaron los barqueros de Melenara la noche anterior y que tienen una pinta que “te cambas”; porque ya sabes lo que dice el refrán …, “en Julio las sardinas mojan pan, de lo rica que están”. Jajajajaja

¡Qué cosas!

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