Hoy continúo con mi “Guía Informal y desenfadada de Gran Canaria” para hablarte de un barrio de artesanos siendo además antigua judería de Telde «El Barrio de San Francisco»

Si acudes a Telde, no te vayas sin visitar su emblemático y maravilloso “barrio de San Francisco” y prepárate para caminar por sus empedradas calles llenas de misterio y tal cual lo hicieran nuestros ancestros, allá por el siglo XVI; pues la verdad es que, poco o nada ha cambiado en el lugar desde entonces.

“El Barrio” se llamó en sus orígenes, “ALTOZANO”, y fue un lugar de asentamientos de esclavos, pequeños campesinos o siervos de los señores que vivían en el próximo, señorial y noble barrio de San Juan (Telde).

Está formado por un conjunto de casas bajas, de una o dos plantas, techos a dos aguas y plantaciones anexadas que, ejercían de huertas y no “jardines” como algunos historiadores “listillos y enterados de la caja del agua”, de esos de “pá fuera, aseguran.

Están las casas dispuestas siguiendo un entramado urbano de calles estrechas, donde si la miras desde uno de sus extremos, nunca veras el final y que nos recuerdan a la profunda Andalucía.

El cambio de nombre por el de “San Francisco” lo tomó en el año de 1610, cuando Fray Juan Felipe, fundara este cenobio Franciscano que, cerró definitivamente sus puertas tras la desamortización de Mendizábal, en el año de 1837.

En sus retorcidas calles, nos encontramos algunas cruces que, permanecen aún colocadas en los mismos puntos donde los monjes de entonces celebraban el Vía Crucis.

Aparte de la propia Iglesia de San Francisco, de estilo mudéjar, con elementos barrocos y neoclásicos que, desde ya te adelanto, que no podrás apreciar su interior, poque no se quien coño es el encargado de custodiar las llaves del templo, que cuando lo buscas, nunca darás con él.

 Delante mismo de la Iglesia, tienes a la Plaza de los Romeros, desde donde se puede disfrutar de unas preciosas vistas sobre el Barranco Real y poblado aborigen de Tara.

De interés cultural también, destacamos a la Casa de Sall; vivienda familiar que fuera del pintor grancanario, Manolo Millares Sall.

En otra de sus calles, está la casa donde nació el poeta perteneciente a la Escuela Lirica de Telde, Julián Torón.

Las dos nombradas casas están cerradas con llave y a “cal y canto”. Digo yo que, si será para obligar a nuestra imaginación a que trabaje gratis y así la concejalía de Cultura y Patrimonio, del MI Ayuntamiento de Telde se ahorra “las perras” por tener a un encargado que muestre al visitante, tan interesante lugar.  ¡Oiga cristiano!, que … ¡Caso se han dado!

Ya a la salida del Barrio, nos sorprenderá un espectacular Acueducto del siglo XIX, como nexo entre San Francisco, barrio de los siervos y San Juan lugar donde vivían los señores.

Si te animas a visitarlo y se te ocurre aparcar en el lugar, prepara 200 eurillos, que se te pueden quedar en 100 si pagas antes del mes la multa que te “aflojará” sin piedad “lel clásico guindilla municipal” de turno; porque seguro que, al llegar no veras a ninguno, pero te puedo asegurar que, “haberlos háilos”, y además “un fleje” de ellos, que, por cierto, no esperes que con una sonrisa te indiquen por donde poder transitar precisamente.

 Lo peor, es que están siempre prestos a rellenar la odiosa denuncia por mal aparcamiento.

A pesar de todo, créeme, amigo, que, merece la pena visitar el lugar.

¡Qué cosas!

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