4 años sin José Antonio Bolaños (Boli)

Hoy se cumplen cuatro años desde su partida, y quienes tuvimos el privilegio de conocerlo y trabajar a su lado podemos atestiguar la grandeza de su persona.

José Antonio Bolaños dedicó 28 años a la atención de emergencias en Gran Canaria, y su impacto fue tan significativo que el día de su despedida resonó en toda la Isla.

Por ello, en ese triste momento, su velatorio fue un homenaje al que se unieron Policías Nacionales, Policías Locales, Guardia Civil, voluntarios de Protección Civil, ambulancias, bomberos, sanitarios e incluso un helicóptero que sobrevoló el lugar, todo rendirpara rendir tributo a un gran profesional, amigo y padre.

Hoy recordamos a José Antonio Bolaños, quien, en 1987, mientras trabajaba como auxiliar de enfermería en la Clínica Roca de San Agustín, comenzó su trayectoria en el voluntariado con Protección Civil de San Bartolomé de Tirajana.

En aquella época, no existían los servicios de emergencia como el 061 o el 112, y Gran Canaria carecía de helicópteros para rescates, siendo la Guardia Civil la única con un aparato en Tenerife, junto al SAR.

Entre los primeros rescates en los que participó, se encuentran uno trágico que resultó con la muerte de la hermana de la alcaldesa de Mogán, otro fatal en el Andén Verde (Agaete), y el rescate de un niño autista que estuvo perdido durante una semana en Amurga.

Más tarde, en 1993, durante su servicio militar en la Cruz Roja Española en Telde, bajo el mando del teniente David Hatchuell, se tomó la decisión de formar el primer grupo de rescate. (Grupo de Intervención Operativo de Rescate y Salvamento en Canarias) GIORS.

Desde ese momento, se han llevado a cabo innumerables operaciones de Rescate y Salvamento en Gran Canaria, algunas con resultados positivos y otras, lamentablemente, no tan afortunadas.

Sin embargo, él se marchó con un profundo pesar por no haber encontrado a Yeremi y a Sara.

Sus hermanos, Cathaysa y Alex, siguen el camino que dejó trazado el Boli, y estoy seguro de que harán todo lo posible para honrar su legado.

Detrás de ellos, un gran equipo de voluntarios lleva con orgullo el nombre de los GIORS, en homenaje a su fundador.

Boli, te extrañamos mucho, un fuerte abrazo.

 

 

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