La XXVI Fiesta de la Cebolla llega el domingo 6 de julio a Piso Firme

El homenaje al producto típico de Piso Firme se celebra con reconocimientos, música y concursos dentro de las 543ª Fiestas Mayores de Santiago de Gáldar

La XXVI Fiesta de la Cebolla de Gáldar vuelve a celebrarse un año más en Piso Firme y lo hace en esta ocasión un poco más cerca de la creación de la Marca de Garantía Cebolla de Gáldar, paso previo a la obtención de la Denominación de Origen Protegida, después de que el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria del Gobierno de Canarias diera vía libre a esta marca de garantía, que tiene el objetivo de asegurar la procedencia de este producto singular de la zona.

Se cumple un año de la fundación de la Asociación de Productores de Cebolla Tradicional de Gáldar (Aprocegal), que nacía en la pasada edición y que en este tiempo ha trabajado codo con codo junto con la Concejalía de Desarrollo Socioeconómico del Ayuntamiento de Gáldar que dirige Tine Martín, organizadora de la Fiesta de la Cebolla en colaboración con la Agencia de Extensión Agraria en la búsqueda de recursos para la conservación de su cultivo.

La XXVI Fiesta de la Cebolla tendrá lugar a partir de las 10:00h, con la Bajada de Santa Rosa de Lima desde su Santuario en Las Rosas hasta la Asociación de Vecinos de El Juncal. La jornada contará con actuaciones musicales, el dúo de timple y guitarra de Aarón González y Noelia Perera, la Asociación Cultural Arraigo de Tenerife, la Asociación Cultural y Folclórica Surco y Arado y la Parranda El Puntal. También se celebrará el tradicional concurso y entrega de premios para las cebollas blancas y rojas de mayor peso y un homenaje a dos de los agricultores más queridos de la zona, Nicasio Mendoza Moreno y Victoria Pérez Jiménez.

Nicasio Mendoza Moreno es natural de Caideros de Gáldar “de las casitas que hay nada más llegar, que les dicen Los Picachillos” y vecino de Piso Firme. De 74 años, padre de cuatro hijos, “Miguel Ángel, Nelson, Marco y Fátima de Las Nieves”. Abuelo, bisabuelo y sobre todo agricultor. Nicasio rememora su infancia y los primeros años de su familia sin poder evitar las lágrimas. El sexto de nueve hermanos recuerda “que trabajé mucho, salía de niño con unas ovejillas por los caminos, teníamos unas vacas y mi padre salía a trabajar en los que salía entonces”.

Tras vivir unos años en La Aldea y en Cardonal terminan comprando una casa en Piso Firme, donde aún hoy vive junto a su mujer y donde jamás se ha desligado de la agricultura y el campo, que compaginó muchos años con la construcción. Hoy conserva unas tierras, algunos animales y no deja de plantar “es mi vida”, nos dice, “a mí me encanta la agricultura”.

Hoy por hoy es prácticamente el único agricultor de la zona que sigue conservando semillas de cebolla de la variedad de embarque, heredadas de la familia de Carmen, su mujer, y cuidadas con mimo en sus manos. “Yo no cultivo para vender, cultivo para mi casa, para mi familia”. Y así, con la sabiduría que pasa de generación en generación y la paciencia de las cosas hechas despacio, Nicasio es el ejemplo vivo de la tradición y de las costumbres de antaño, de esas generaciones de cebolleros a las que hoy se rinde tributo.

Victoria Pérez Jiménez, de 56 años, nació en Cañada Honda y actualmente reside en Marmolejo, casada y con dos hijos. Victoria ha trabajado desde muy jovencita “mayormente en la agricultura, primero ayudando a mi madre, que era aparcera de los tomateros y luego casada con un cebollero, hijo de cebolleros, Adolfo Moreno, ya me dediqué al cultivo de la cebolla.”

Tanto para la cocina, “que la cocina sin cebolla no es cocina” como sus propiedades curativas de catarros y otros males, para esta agricultura la cebolla juega un papel muy especial, le gusta que la gente sea capaz de identificar cuándo está consumiendo cebolla de Gáldar y asegura que “es una pena que toda nuestra producción no se quede en la isla, que consumamos kilómetro cero, que no traigan cebolla de fuera” y aboga por enseñar a los niños a consumir los cultivos de nuestra tierra.

Casi un cuarto de siglo dedicada al cultivo de este producto, su hijo ha tomado el relevo, “aunque yo tengo un huertito al lado de casa y allí estoy todo el día”. Reconoce que es uno de los oficios más sacrificados, desde que amanece, “sin horarios ni festivos”, pero le apasiona, “yo no sé si es porque lo llevamos en los genes o porque simplemente nos gusta, pero si yo volviera a nacer volvería a hacer lo mismo, porque yo he sido feliz con mi trabajo”.

La jornada continuará con la degustación de productos elaborados a base de cebollas. Con esta cita el Ayuntamiento de Gáldar rinde homenaje al esfuerzo de hombres y mujeres que durante generaciones han mantenido vivo el cultivo de la cebolla de Gáldar, que en la zona se remonta a los primeros pobladores tras la conquista de la isla y que hoy por hoy da lugar a un producto único en el mundo, ya que sus agricultores siguen apostando por las semillas tradicionales generación tras generación, lejos de las exigencias del mercado actual y su uso de variedades híbridas, más uniformes en tamaño, sabor y color.

La XXVI Fiesta de la Cebolla forma parte del programa de las 543ª Fiestas Mayores de Santiago, organizadas por la concejalía de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento de Gáldar que dirige el primer teniente de alcalde Julio Mateo Castillo.

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