La borrasca Emilia ha teñido de blanco las cumbres de Gran Canaria, un fenómeno poco habitual que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia de la isla. En el corazón de la adversidad meteorológica, la Guardia Civil ha desplegado un operativo especial para garantizar la seguridad de los ciudadanos, enfrentándose a carreteras cubiertas de nieve y hielo.
La imagen de los vehículos oficiales, como el todoterreno de la Benemérita que se aprecia con cadenas instaladas en sus ruedas, se ha convertido en el símbolo de la lucha contra el temporal en las zonas altas de la isla. La alerta por nieve, viento y lluvias intensas activada en el archipiélago canario, con el día 13 de diciembre como el punto álgido del temporal, ha obligado a tomar medidas extraordinarias.
🏔️ Tareas Esenciales en la Nieve
Las nevadas, que han caído en cotas sorprendentemente bajas, han provocado el cierre preventivo de varios accesos a la cumbre, una medida fundamental para evitar que vehículos sin el equipamiento adecuado queden atrapados. La labor de la Guardia Civil se ha centrado en varios frentes:
-
Control de Accesos: Estableciendo puntos de corte en las principales carreteras que conducen a las cumbres, informando a los conductores y asegurando que solo el personal de emergencias o vehículos esenciales accedan a las áreas de mayor riesgo.
-
Asistencia y Rescate: Atendiendo a las incidencias generadas por la nieve y el hielo, que incluyen vehículos accidentados o atrapados. La pericia de los agentes y el uso de material como las cadenas ha sido vital para operar en estas condiciones extremas.
-
Vigilancia de Zonas Aisladas: Realizando patrullas en áreas donde la población puede haber quedado incomunicada o con dificultades de suministro, asegurando su bienestar.
El compromiso de los agentes, muchos de ellos habituados a condiciones climáticas más benignas, subraya el carácter multidisciplinar de la Guardia Civil y su preparación para actuar bajo cualquier escenario.
🌬️ Una Borrasca de Alto Impacto
La borrasca Emilia no solo ha dejado una estampa invernal en la cumbre, sino que ha generado más de un centenar de incidencias en Gran Canaria a lo largo del día, incluyendo caídas de árboles y desprendimientos de tierra en medianías. La presencia constante de la Guardia Civil en las zonas más afectadas ha sido clave para coordinar la respuesta con otras agencias como el Cabildo de Gran Canaria y el CECOES 112, cuya labor conjunta es fundamental para minimizar los riesgos de un temporal tan adverso.
Mientras la alerta meteorológica se mantiene activa, los efectivos de la Guardia Civil continúan desplegados, demostrando una vez más su vocación de servicio y su adaptabilidad ante los desafíos que presenta la naturaleza en su máxima expresión. Su esfuerzo en las gélidas cumbres de Gran Canaria es un ejemplo de la dedicación a la seguridad y protección ciudadana.
