La isla de Gran Canaria se vuelca estos días de confinamiento con los colectivos más vulnerables

Uno de ellos es el de las prostitutas de molino de viento, de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, donde se ha multiplicado la demanda por otras que la ejercen en otras partes de la ciudad.

Juana María Ortega, presidenta de la Asociación Nosotras, valora muy positivamente cómo se está actuando con el colectivo, agradeciendo la respuesta de la ciudadanía, que está siendo mucha y muy rápida.

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Yo desde aquí quiero agradecer a todos los voluntarios que regalan su tiempo, que trabajan habitualmente como ONG sin ánimo de lucro, los GIORS CANARIAS, grupo de Intervención Operativo de Salvamento y Rescate, por trasladar la compra, a estas mujeres, a Carmen Foronda, a Mari Carmen Pérez Castellano que gestiona la quesería de Fontanales, a la Asociación Charter 100 Gran Canaria y a Nardy Barrios que se ha apuntado en buscar ayudas y a través de ella a las empresas: al grupo Jucarne, a la empresa Aguacana Fuente Umbría, a la empresa Lácteos Canarios, Pastas la Isleña, Molinería de gofio de Moya, a la Cruz Roja y al Cabildo de Gran Canaria a través de Soberanía Alimentaria.

Estas empresas, voluntarios, ONG y administración, están demostrando indiscutiblemente el potencial que tienen en solucionar problemas sociales poniendo sus recursos económicos y humanos al servicio de los demás.

Todos ellos ejemplos de solidaridad, valores humanos que han pasado a un primer plano de nuestras vidas, lo que nos hace capaces de cambiar el mundo y hace de él un lugar mejor en el que vivir.

Gracias.