Es el día dedicado a la secuencia en la que Jesús permaneció cautivo por los miembros del Sanedrín judío y sometido a su juicio. La imagen que presidia la escena en la parroquia matriz guiense era el Cristo conocido en Gran Canaria como de la Humildad y Paciencia. Pero no estaba sólo, ya que s exponía flanqueado por San Pedro Penitente y San Juan Apóstol. Veamos las tres esculturas por separado.
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Cristo de la Humildad y Paciencia
Tiene una apariencia inconfundiblemente arcaica, pasando por ser considerado como una de las piezas más antiguas de las que actualmente se conservan en Guía. (junto con la de Santa Lucía, la Virgen que se conserva en la sacristía del Templo o la propia Virgen de Guía).
Se trata de una imagen de las llamadas de candelero, de autor anónimo. Su cabeza es más bien pequeña, aunque la estatura total casi alcanza unos un metro 70 cm. Se caracteriza por su rostro alargado y poco expresivo, con nariz afilada. La melena apenas presenta relieve, y, en cuanto a sus manos, como el rostro, tampoco tienen una expresividad llamativa….pero el conjunto de todo este arcaísmo es el que le confiere el atractivo que tiene.
Como ya se dijo, es una obra anónima, aunque tanto sus rasgos como la identidad del personaje que representa recuerda bastante a una saga de escultores del siglo XVII procedentes de Garachico (Tenerife) cuya mayor producción se trata, precisamente, de cristos. Nos referimos a la saga de los Alonso de la Raya.
Este pasaje evangélico es poco corriente en Gran Canaria, pudiendo contemplarse el de la parroquia de San Francisco de Las Palmas de G.C. (remodelado posteriormente por Luján Pérez) y, mucho más moderno, el de Arucas (de la segunda mitad del siglo XX).
San Pedro Penitente
Es una iconografía generalmente vinculada a los cristos de la humildad y paciencia, pues refleja al apóstol llorando ( por lo que también se conoce como Lagrimas de San Pedro) tras haber comprendido que acavaba de negar a su maestro en ese momento crucial. Junto a él suele verse a un gallo en alusión a su canto, que le hizo reconocer a Pedro su propia cobardía.
La obra de Guía es, como la anterior, antigua, de candelero y anónima. En ella se muestra al personaje arrodillado, con un rostro claramente arrepentido y las manos entrelazadas, como implorando perdón. Recientemente restaurada ganó en vistosidad.
San Juan Apóstol
Una de las iconologías más frecuentes en la Semana Santa, el Discípulo Amado, que se encuentra en Guía (el único presente en todo el municipio, pues no se encuentra en el resto de las parroquias) data de 1891. La talla que nos ocupa es prototipo de su representación más frecuente: rostro que mira hacia arriba, expresión de dolor en su cara y mano derecha colocada delante de su corazón.
Su artífice es Arsenio de Las Casas. Este es un artista palmero que, aunque por cronología (1834-1924) no pudo convivir con Luján (fallecido en 1815), lo tomó como referente en su modo de esculpir. De Las Casas tenía un espíritu bohemio que le hacía no estar en un domicilio fijo: allí donde se le encargaba alguna obra es donde residía momentáneamente; por este motivo hizo vida en Guía en las postrimerías del siglo XIX, dónde se conserva otra suya (si bien de formato pequeño), un Agnus Dei en el mismo templo.