Luís Padrón del Rosario, de 50 años de edad, es uno de los Vigilantes de Seguridad, que ha recibido una de las Menciones Honoríficas otorgadas durante el presente año, de acuerdo con lo regulado en el artículo 36 de la Ley de Seguridad Privada que dice, en su apartado 1: “El personal de seguridad privada que sobresalga en el cumplimiento de sus obligaciones, podrá ser distinguido con menciones honoríficas que, en el caso de vigilantes de seguridad y guardas particulares del campo y sus especialidades, se anotarán en su cartilla profesional”.
Buenos días, ¿le ha sido difícil obtener esta mención honorífica? ¿Es la primera vez que es propuesto para ello?
Buenos días. Siempre es difícil recibir este tipo de reconocimientos porque hay muchos compañeros que se lo merecen. Esta vez he sido yo uno de los reconocidos con esta mención, pero hay muchos que se lo merecen tanto o más aun.
Nos puede contar por qué le concedieron la mención la primera vez? ¿Y ésta?
En mi caso he recibido dos, una hace varios años por un hecho acaecido durante mis servicios en un centro hospitalario, evitando junto a otro compañero que una persona se suicidase.
La que se me concedió recientemente ha sido por mi trayectoria profesional.
¿Cuántos años lleva en la Seguridad Privada? ¿Ha ejercido otros trabajos anteriormente?
Llevo trabajando como Vigilante de Seguridad cerca de 27 años. Anteriormente si realicé otro tipo de trabajos.
¿Cree que el vigilante de seguridad ha de tener un perfil concreto para elaborar fielmente su profesión?
Tanto como un perfil concreto, no. Sí es cierto que debe tener algunas aptitudes que podrían influir positivamente en sus tareas profesionales, pero lo principal es que llegue a esta profesión abierto a aprender de los compañeros veteranos, a seguir formándose y especializándose según las necesidades del sector, y a adaptarse a los cambios que se van dando en éste.
Dentro de este campo, ¿qué cree que es más necesario, la templanza, la intuición, el donde gentes…?
Todas y cada una de las planteadas son importantes. Se pueden añadir más si se quiere, pero ninguna de ellas por si misma es mas importante que las otras. Puedes encontrarte con situaciones donde todas sean necesarias, independientemente del lugar donde te encuentres o del tipo de servicio que prestes. Todas influirán para mantener el control de la situación, de forma que se haga lo más efectivo y profesional posible.
¿Qué nivel de estudios posee a nivel personal y profesional?
Estudié Formación Profesional de segundo grado en Informática de Gestión y Formación Profesional de primer grado en Auxiliar Administrativo.
A nivel Profesional, estoy habilitado como Vigilante de Seguridad y Escolta Privado; tengo titulación como Guarda Particular de Caza y Pesca y Jefe de Seguridad. He realizado formación específica para personal de Seguridad Privada, a tenor de lo establecido en el RD 2364/1994 donde se determina el Reglamento de Seguridad Privada, como por ejemplo: Vigilancia con Aparatos de Rayos X; Vigilancia en Eventos Deportivos y Espectáculos Públicos;
Vigilancia en Puertos; Vigilancia en Urbanizaciones, Polígonos, transporte y espacios públicos;
Vigilancia en Instalaciones Nucleares y otras Infraestructuras Críticas; Vigilancia en Buques y supervivencia en el Mar, entre otros.
También he realizado como cumplimiento de la obligación de formación continua, por ejemplo, cursos de Primeros Auxilios; Desfibrilador (DESA); Contra Incendios: Bandas y Crimen Organizado; Marco Normativo; Habilidades Sociales, y otros tantos a lo largo de los años que llevo en la profesión, y según se establezca en los planes formativos.
Por lo que me dice es importantísimo que se realice un reciclaje a través de los cursos, ¿cuáles son los más habituales en la profesión? ¿Y los que pocos profesionales poseen?
Realmente no es solamente un reciclaje en sí mismo. La formación continua es fundamental en una profesión que está sujeta a muchísimos cambios normativos, además de que cada vez se nos van dando más competencias profesionales.
De hecho, hay clientes que no solo se contentan con la formación obligatoria o la especifica que se establezca para determinados servicios. Estos clientes exigen una mayor especialización para el personal adscrito a sus centros de trabajo, como podría ser el caso de AENA, Correos, Renfe, o empresas de un alto nivel de riesgo, por la actividad que desarrollan en sus centros.
Como más habituales, estaría la formación en Escáneres y Aparatos de Rayos X, Áreas Comerciales, Grandes Eventos, etc.
Otros cursos que, por el hecho de que el personal de seguridad está integrado en los planes de autoprotección de las instalaciones de los clientes, son aquellos en materia de emergencias, como son los de Primeros Auxilios, Contra Incendios, Prevención de Riesgos Laborales, Desfibrilador DESA, etc., casualmente en este tipo de actuaciones que realiza el personal de seguridad, no son tan mediáticas, recordando por ejemplo las realizadas durante las catástrofes como las de los atentados del 11M, el atentado de la T4 de Madrid, el incendio del Hospital de la Candelaria en Tenerife, y muchísimas más que se podrían destacar.
Esto demuestra que el personal de Seguridad Privada está cada vez más preparado y rompe con la falsa imagen que la sociedad tiene de estos profesionales, atribuyéndoseles diversos tópicos despectivos, que distan mucho de la realidad.
Dentro de la Seguridad Privada, ¿cree que muchos de sus compañeros utilizan esta profesión para pasarse luego a las Fuerzas de Seguridad del Estado, o incluso como paso previo a otras profesiones?
Hasta no hace muchos años sí era así. Muchos compañeros, al llegar a esta profesión y pasado un tiempo, optaban por opositar a las FFCCSSEE o Policías Locales. Los procesos selectivos, que años atrás tenía menos exigencias y el gran número de plazas que se ofertaban, hacía que fuese muy atractivo para toda la ciudadanía, si a eso le sumamos que ya llegabas con una experiencia profesional y formación, facilitaba que una vez pasabas el proceso selectivo, la formación en las distintas academias de los diferentes cuerpos de seguridad del estado fuese más asimilable, a la vez menos costoso, para el personal que venia de la seguridad privada.
También me consta que otros compañeros, durante sus años de trabajo en este sector como vigilantes de seguridad, simultanearon su trabajo con los estudios superiores o universitarios, para luego optar a puestos de trabajo de mayor calado, y vinculados con la seguridad privada, algunos de ellos.
Un ejemplo de esto último es el Director de Seguridad de la Dirección General de Patrimonio y Contratación del GOBCAN, don Martin González y Santiago, con el que tuve el placer de coincidir como compañero de servicio en nuestros inicios en este sector.
¿Cree que hay estabilidad en esta profesión, aún en tiempos de crisis?
Por lo general sí. En tiempos de crisis suele haber un aumento de la demanda de servicios de seguridad privada. Determinadas actividades económicas o empresariales demandan más este tipo de servicios, ya sea para evitar el aumento de la comisión de delitos en sus instalaciones, o bien porque necesitan reforzar los servicios contratados, debido a la tipología de su actividad empresarial.
Generalizando, la seguridad privada en todos sus aspectos, operativos, técnicos, etc, suele ser una actividad económica muy estable, por lo cual, la demanda de profesionales habilitados o de técnicos titulados siempre esta activa.
Otra cuestión es si está bien remunerada o si se le reconocen los riesgos a los que el personal está expuesto, y con ello se tenga en cuenta para establecer unos parámetros salariales acordes a la preparación y el riesgo.
Este sector tiene un Convenio Colectivo Estatal, y desde hace más de una década se viene perdiendo poder adquisitivo año tras año en comparación a los incrementos que otros sectores han tenido en el mismo periodo de tiempo, contando incluso con los periodos de crisis económicas que hemos padecido, o incluso comparándolo con las variaciones del IPC que en esos años se aplicaban en otros sectores para incrementar los salarios.
Los trabajadores de este sector nos hemos caracterizado por hacer una cantidad indecente de horas extraordinarias, con la falsa idea llevar un salario “digno” a casa, sin percatarnos que era una quimera.
Ha habido una época en este país donde muchas empresas de este sector se caracterizaron por abonar las horas extraordinarias por debajo del valor de la hora ordinaria, hecho que generó un conflicto judicial de muchísimo calado, donde se produjeron cuantiosas reclamaciones de cantidades, pero que no resolvieron el problema de fondo: un salario digno equiparado al riesgo y condiciones laborales.
Tanto ha sido el descontrol de las administraciones, que se normalizó durante mucho tiempo que muchísimas empresas, pagasen las horas extraordinarias como dietas, y que una vez salíó a la luz el fraude, estas empresas se declaraban en concurso de acreedores, o como el caso de una en particular, su dueño desapareció de la noche a la mañana, sin que hoy se sepa dónde se encuentra, dejando a sus trabajadores totalmente desamparados y sin cobrar.
En España hay habilitados como vigilantes de seguridad no menos de 220.000 personas (de los cuales pueden estar trabajando en la actualidad cerca de 100,000 aproximadamente), sin contar con el resto de especialidades o personal técnico de sistemas, personal de dirección, mandos intermedios o de estructura, comerciales, etc., por lo que se puede entender que es una actividad económica que sigue teniendo futuro.
A esto debe sumársele las exigencias que las normativas estatales y europeas establecen año tras año para que las empresas de este sector sigan desarrollando su actividad, afectando también al personal operativo de forma directa, ya que se les exige una mayor profesionalización y formación específica, pero que no se ve reflejado de la misma manera en los salarios. Esto hace que no sea una profesión atractiva para quien busca empleo, y si ya añadimos la falsa imagen que se tiene del colectivo de trabajadores de seguridad privada por una parte de la sociedad, hace que pierda valor.
¿Considera que tiene mayor riesgo que en otros trabajos? ¿Se ha sentido alguna vez en una situación de grave peligro?
Por supuesto que sí. Hay que destacar que no todos los centros donde prestamos servicios están expuestos al mismo riesgo, numero de incidencias, o de actuaciones en previsión de hechos delictivos. Pero hemos de partir de la base de que en la mayoría de centros de trabajo, solo hay un vigilante de seguridad, y de que el primer problema que se plantea el delincuente antes de cometer el acto delictivo es cómo inutilizar al vigilante de seguridad.
Personalmente, sí me he visto en varias situaciones de riesgo, a distintos niveles; es algo que al salir de casa todos los días sabes que puede ocurrir, y por eso debes estar preparado. Llegas a pensar si merece la pena exponerte de esa forma, y pones en una balanza lo positivo y lo negativo, y la mayoría de las veces, lo positivo tienes más peso; si no fuese así habría cambiado de profesión hace mucho tiempo. Eso no quita que salgas de casa con temor a lo que pueda ocurrir, quien diga lo contrario miente.
¿Trabaja normalmente solo o acompañado? ¿Si alguno de sus acompañantes es joven y/o mujer se siente igual de seguro que si se encontrase ante un miembro masculino con mucha experiencia laboral?
Actualmente trabajo solo, pero durante muchos años he tenido mas de un compañero por turno.
Que sea joven o mujer, para mi es irrelevante, es mi compañero-a. A veces se nos olvida que nuestra vida puede depender de ese compañero-a, al igual que la suya puede depender de mi. Si no tenemos claro ésto en esta profesión, mal vamos.
Si se diera el caso de que mi compañero-a no tuviese experiencia dependerá de mí que esa persona pueda realizar su trabajo de forma correcta, con ello yo también gano en seguridad, tanto en el servicio como en la mía propia.
En las academias o en los centros de formación se adquieren los conocimientos para poder realizar el trabajo, pero no se adquiere la experiencia que luego se aplica en cada situación en que te encuentres en el día a día.
Tu primer recurso de auxilio es tu compañero-a, si lo tienes, así que debes procurar prestarle el apoyo necesario para que pueda crecer profesionalmente si no tiene experiencia, de esa forma todos ganamos.
¿Se siente apoyado, tanto por sus compañeros como por sus jefes en las actuaciones del día a día?
En la mayoría de los casos sí. Es obvio que ocasionalmente puede haber un desencuentro, que podrá solucionarse o no, pero en términos generales, si.
¿Cree que la situación del vigilante de seguridad ha mejorado a lo largo del tiempo, tanto a nivel normativa, como la imagen que se tiene de la profesión?
La mejoría viene dada por la mayor especialización del sector, tanto a nivel normativo (hay que recordar que España es uno de los países con la normativa de seguridad privada mas amplia de la Unión Europea), como a nivel de ofertas de nuevas actividades de servicios de seguridad.
Antes meramente se contrataba a un vigilante de seguridad, habitualmente en horario nocturno para cuidar una finca, instalación o edificio. Con los años se ha ido incrementando la presencia del personal de seguridad en muchísimos escenarios. Los medios tecnológicos también han sido fundamentales para este desarrollo de la actividad, por lo cual, sumado a la colaboración con las FFCCSSEE, hace que la sensación de seguridad de la ciudadanía haya crecido exponencialmente con los años.
Por otro lado, la imagen del vigilante de seguridad sigue estando por debajo del estatus que otra parte de la sociedad cree que debe tener por derecho propio.
Se nos sigue llamando por calificativos que en otros colectivos ni tan siquiera se plantearían. Ya no solo es la forma coloquial que la ciudadanía puede tener en la calle al referirse a un vigilante de seguridad, sino que llama la atención que profesionales, como, periodistas, políticos, etc., sigan refiriéndose hacia el personal de seguridad con apodos que poco dignifican su trabajo.
Otro factor es el desconocimiento que la ciudadanía tiene de las competencias que el personal de seguridad privada tiene atribuidas, en función a lo establecido en la vigente Ley de Seguridad Privada 5/2014 y al Reglamento que la desarrolla en el RD 2364/1994.
Se identifica al personal de seguridad privada como una figura represiva, violenta, que actúa de forma inapropiada, atribuyéndose competencias propias de las FFCCSSEE. Esto se ha explotado en muchísimas ocasiones de forma mediática, originando un continuo conflicto con la ciudadanía, por lo que mucha no acepta la figura profesional de vigilante de seguridad.
Yo recomiendo que solamente lean los artículos 5, 26, 30 y sobre todo el 32 de la Ley 5/2014, de esa forma muchos aclararían dudas y probablemente se evitarían muchísimas situaciones desagradables.
A nivel sindical, usted ha colaborado mucho en la mejora de las condiciones laborales, ¿nos puede hablar un poco de ello?
Básicamente ha sido defender los derechos de los trabajadores. En muchas ocasiones se generan conflictos entre las empresas y los trabajadores por cuestiones que ya están regladas a nivel normativo, o jurisprudencial. Esos conflictos se suelen resolver en un intervalo corto de tiempo, dependiendo de la actitud de la empresa en cuestión.
Por otro lado, algunas empresas han aprovechado la situación económica de crisis y las necesidades de muchos padres/madres de familia para someterlos a su antojo, amenazándolos con todo tipo de acciones. Hemos podido ver a miles de familias en Canarias, sin percibir durante muchos meses sus salarios, permaneciendo en sus puestos de trabajo durante todo ese tiempo, recibiendo como excusa, que los clientes no les habían pagado sus facturas. Me he referido a familias y no a trabajadores, porque el impacto social que se generó, multiplicaba por 3 el número de individuos afectados de forma directa, ya que en esos núcleos familiares solo entraba ese salario. Después de un trabajo intenso, poco a poco se ha podido revertir esta situación, aunque los perjuicios ocasionados por esas empresas aún perduran en algunas familias.
Minorar los efectos de la Reforma Laboral del 2012, concienciar a las Administraciones Publicas (clientes con mayor demanda de servicios de seguridad) para establecer criterios contratación responsable atendiendo las instrucciones y directivas que la Unión Europea había establecido desde el 2014 al respecto, originó la modificación y actualización de la Ley de Contratos del Sector Público vigente en la actualidad.
Como dije, he colaborado en defender los derechos de los trabajadores, junto a un gran número de compañeros, un gran equipo, que ha pasado por mil y una vicisitudes para garantizar estos derechos. Algunos han sido despedidos, perseguidos y agredidos, pero en ningún momento bajaron los brazos y hoy pueden ir con la cabeza muy alta, sin que nadie pueda reprocharles nada
Iniciamos un movimiento sin precedentes en Canarias por la lucha de los trabajadores de este sector, al cual se sumaron distintas siglas sindicales, consiguiendo así una unión sindical que posibilitó el cambio.
Personalmente solo puedo estar agradecido a ese grupo de compañeros, porque con su lucha y sacrificio hoy día las cosas hoy son diferentes. Particularmente quiero hacer referencia a dos baluartes de esa lucha, Jacinto Ortega y Diego León, porque es de justicia. Aún queda por hacer, y en eso seguimos trabajando.
¿Qué competencias tiene un vigilante de seguridad? Normalmente se ve a una persona uniformada ante una puerta o un arco de seguridad, y se desconoce mucho sobre sus obligaciones y derechos.
Pues voy a reiterar lo que dije antes sobre la lectura en especial del articulo 32 de la Ley 5/2014 de Seguridad Privada.
Existen, además, unos principios de actuación que están descritos en el articulo 30 de la misma Ley.
Con su lectura, seguro que aclararían muchas dudas.
Si ahora mismo le digo que necesito trabajo y que me estoy planteando presentarme a un puesto de trabajo como vigilante, ¿qué me aconsejaría?
Primero que se informe bien sobre qué tipo de trabajo va a encontrarse (horarios, riesgos, conciliación familiar, etc.)
También de qué requisitos debe cumplir: formación, proceso selectivo y habilitación, para poder optar al puesto.
Si todas las respuestas a esas cuestiones que le surgen son afirmativas, pues adelante. Es una profesión ingrata en muchas ocasiones, pero a la vez cuando llegas a casa sabiendo que has cumplido con creces con tus obligaciones, o que pasado un tiempo se te acerca alguien que te da las gracias por haberle ayudado en una situación complicada o porque le has prestado auxilio, personas anónimas que solo recuerdas por su mirada agradecida, por ese abrazo o esa sonrisa por sentirse a salvo…, eso tiene mucho valor y compensa.
Muchas gracias por su atención. Ha sido muy gratificante conocer un poco más no sólo sobre las labores que ejerce, sino también sobre la persona que está bajo ese uniforme.