Oscar Rodríguez Trujillo que también ha recibido la Mención Honorífica durante el presente año, tiene 55 años y es Vigilante de Seguridad, Responsable del Equipo Coordinador, en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Buenas tardes, ¿lleva usted muchos años trabajando como Vigilante de Seguridad?
Desde julio de 1990, 31 años.
¿Qué otros trabajos ha tenido antes?
Vigilante de Seguridad ha sido mi principal trabajo, el resto del tiempo he trabajado de auxiliar. Antiguamente se llamaba de otra forma, desde agosto de 1988.
Además de la Vigilancia, ¿ha realizado otras tareas dentro de esta profesión?
Desde el año 1999 hasta el 2006 lo he compaginado con trabajos de Escolta Privado, bien protegiendo a una familia que pasaba varios períodos del año en el norte de la isla o en Lanzarote, protegiendo a un alto directivo nacional de una prestigiosa empresa farmacéutica
Usted es Jefe de Equipo, ¿desde cuándo? ¿Le ha costado mucho ascender en este trabajo?
Un día, allá por noviembre de 2001, el Jefe de Servicio de la empresa Segur Ibérica, me pidió que simultaneara mi servicio como Vigilante de Seguridad en la Consejería de Sanidad, en Santa Cruz de Tenerife, con el de Jefe de Equipo en el Edificio de Servicios Múltiples I.
Posteriormente me enteré que entre varias personas propuestas, me quedé yo. Al comienzo fui por una semana, esa era la promesa del Jefe de Servicios. Simultaneaba por la mañana Múltiples I y por la tarde la Consejería de Sanidad. Me dejé la salud en el intento, pero siempre he sido un tipo raro, de esos que no se bajan al primer problema y con el tiempo deje Sanidad, donde había estado 10 años y me quedé en mi actual puesto de trabajo.
¿Qué formación tiene a nivel personal? ¿Y a nivel laboral?
Bachiller en Ciencias Sociales y Humanidades, a nivel personal, y a nivel profesional he realizado numerosos cursos: Escolta Privado, Video-Vigilancia y Protección de Datos, Scanner, Formación Desa, Primeros Auxilios, Conocimiento y Gestión de Conflictos, Defensa Personal (Tengo el Tercer Dan en Karate)
¿Por qué eligió esta profesión, ha sido vocacional, por seguridad económica y laboral?
Por casualidad.
¿Siente que el público en general valora el trabajo que se realiza en la seguridad privada? ¿Cree que se conocen todas las labores que realizan?
Los ciudadanos nos han visto como un verdadero incordio; esa persona que te dice “por ahí no”, y piensas que te limita la libertad personal, aunque creo que eso ha variado desde mis principios en este trabajo de seguridad privada, y ahora se percatan de que es por su seguridad.
La preparación de los nuevos compañeros, los cambios en la legislación y los cursos que hemos realizados durante toda la trayectoria profesional, ha influido mucho. El que nos conoce por haber hecho uso de nuestros servicios, nos requiere nuevamente y nos siente necesarios para las labores de guardia y custodia, tanto en inmuebles como para la seguridad de algunas personas.
¿No cree que quizás en alguna época se confundió al vigilante con el portero de la discoteca?
Absolutamente de acuerdo, aquellos polvos trajeron algunos de estos lodos.
¿Qué actitudes y aptitudes personales cree que son importantísimas, e incluso imprescindibles, en su tarea diaria como vigilante de seguridad?
La paciencia, la empatía con los demás, a mí me gusta llamarlo la “mano izquierda”, eso te ayuda al día a día.
¿Se ha visto en peligro alguna vez?
Lo más cerca al peligro fue una pequeña avalancha en el concierto que dio el gran Michael Jackson en 1993, en el muelle de Santa Cruz de Tenerife- Tuvimos que cubrirlo varias empresas porque una sola no tenía tantos vigilantes como eran necesarios. Hubo un momento complicado en el primer control de personas, pero salimos indemnes.
¿Es la primera vez que se le reconoce en su labor mediante la Mención Honorífica que ha recibido este año?
Recibí otra en Octubre de 2003, en un acto muy bonito celebrado en la Calle de La Noria de la capital Tinerfeña, luego nos invitaron a un acto en el Museo de la Naturaleza y el Hombre. Muy emotiva. En la última que recibí quiero resaltar la confianza que ha puesto en mí mi Director de Seguridad, Martín González. Espero ganarme esa confianza con mi fidelidad y sobre todo con trabajo, trabajo y trabajo.
¿Qué tipo de mención y por qué se la han dado?
Ambas de clase B
Si un amigo o un familiar le preguntan que si le recomendaría esta profesión, ¿lo haría? ¿Qué ventajas y desventajas puede ver en ella?
No lo recomendaría, hay que tragar muchos sapos. Siempre digo lo mismo, si eliges esta profesión, prepárate, estudia y encomiéndate al altísimo.
En este trabajo es fundamental la confianza ¿se siente con la misma seguridad teniendo como compañero una mujer o alguien joven con poca experiencia laboral?
La respuesta es sí, porque he tenido la suerte de trabajar con ambos, no es un tema de sexo o edad, es un tema de voluntad y preparación
¿Hay algo más que le gustaría comentar o que cree que le pueda resultar interesante al lector de este periódico y que no se le haya preguntado ya?
Solo me gustaría decir que soy lo que soy gracias a los compañeros y compañeras con lo que he tenido y tengo el privilegio de trabajar, hombres y mujeres. También me gustaría resaltar la importancia de aquellos vigilantes jurados con los que me crucé a finales de los años 80 y que me enseñaron todo lo que sé. Esos sí que se merecen menciones honoríficas. En paz descansen algunos de ellos. A mis compañeros actuales: Antonio López, Jesús Miguel Pérez, Antonio Bello que llevamos juntos más de 20 años, benditos sean por aguantarme.