- Los arrestados por tráfico de drogas, solicitaron la presencia de la Policía Nacional porque su casero entró a la vivienda sin autorización
- El arrendador detenido, manifestó a los agentes que sus inquilinos no pagaban y que además vendían sustancias estupefacientes
- Fueron incautados un kilogramo de hachís, diez gramos de cocaína, una báscula de precisión, un cuchillo, una tijera y sesenta euros en efectivo
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Las Palmas de Gran Canaria a un hombre de 38 años de edad, como presunto autor de un delito de allanamiento de morada y a un hombre y una mujer de 41 y 37 años de edad respectivamente, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas. Los requierentes, solicitaron la presencia de la Policía Nacional porque su casero entró a la vivienda sin autorización. El arrendador detenido, manifestó a los agentes que sus inquilinos no pagaban y que además vendían sustancias estupefacientes. Fueron incautados un kilogramo de hachís, diez gramos de cocaína, una báscula de precisión, un cuchillo, una tijera y sesenta euros en efectivo.
La tarde del pasado domingo, se recibió aviso de la sala operativa del 091, en el que un ciudadano manifestaba que una persona se había metido en su vivienda de la capital grancanaria sin su autorización.
Al llegar los agentes de la Policía Nacional, se encontraron en el domicilio con los inquilinos y con el que resultó ser su arrendador. Éste último, narró a los agentes que intentaba recuperar su casa porque no le pagaban el alquiler y que además, su casa se había convertido en un lugar de venta de sustancias estupefaciente y estaba recibiendo quejas de los vecinos.
Los policías nacionales pudieron comprobar cómo en el interior de la vivienda había una báscula de precisión, varias placas de hachís y multitud de bolsitas trasparentes para dosificar la droga. Al preguntar a los moradores por esta circunstancia, los mismos no dieron ninguna respuesta.
El total incautado fue de un kilogramo de hachís, diez gramos de cocaína, una báscula de precisión, un cuchillo, una tijera y sesenta euros en efectivo.
Ante tales hechos los agentes de la Policía Nacional procedieron a la detención por un lado del arrendador por un delito de allanamiento de morada, y a los dos inquilinos por tráfico de drogas.
Una vez finalizado el atestado policial, todos ellos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente.