Algunos dicen que mirarse al espejo con frecuencia o incluso, observarse, fotografiarse y «amarse» puede ser síntoma de egocentrismo, narcisismo o baja autoestima, camuflada bajo una imagen empoderada y carismática.
Yo particularmente y desde la más absoluta humildad, opino lo contrario. Cuando te observas y sobre todo, te aceptas tal y como eres, te expones, te «compartes» y te «entregas». No es egocentrismo, es AMOR por una misma, por lo que ERES y por lo que TIENES.
Por eso, hoy MARTES DE CARNAVAL, aunque no tenga peluca ni un disfraz que cubra mi autenticidad, decido convertirme en PRIORIDAD.
Recién despierta, decidida a disfrutar más si cabe de todos esos instantes que aparecen sin esperar, decido PRIORIZAR.
Observarme, sonreírme, amarme, en definitva PRIORIZARME, y a quien le parezca mal, que otro camino emprenda sin dudarlo ni un segundo más.
Hoy, martes de carnaval, con maquillaje o sin él, con careta o sin ella, toca PRIORIZARTE a ti, reconociendo por fin lo mucho que vales y lo mucho que te queda por VIVIR