Cada día al despertar, podemos encontrar una nueva oportunidad. En cada esquina por la que pasamos, puede existir una nueva señal. Cada instante, puede esconder una sorpresa por descubrir o experimentar.

Tras cada puerta, tras cada ventana siempre hay alguien que nos acompaña. Quizás para ellos o ellas, podemos ser un ejemplo, una guía o por qué no decirlo, también una amenaza. Pero ante todo, seamos una cosa u otra, seremos un aprendizaje en el que podrán confiar y al que ayudemos en un futuro por llegar.

Una sencilla mirada, una sonrisa cercana, un acompañamirento sutil y fugaz, puede decir más que una frase larga o un discurso sin acabar…

Continuemos así, con miradas más allá, ofreciendo apoyo donde vayamos o donde queramos estar, con confianza y sobre todo, paz y bienestar.