Director: Walter Salles

Guion: Murilo HauserHeitor Lorega y Marcelo Rubens Paiva (autor de la novela autobiográfica)

Intérpretes: Fernanda Torres, Selton Mello y Fernanda Montenegro.

 

Sinopsis:
            Basada en la novela «Ainda Estou Aqui» del escritor brasileño Marcelo Rubens Paiva, en la que narra los avatares de su madre, obligada a hacer activismo político tras la detención de su esposo Rubens Paiva durante los años de dictadura militar en Brasil en la primera mitad de los años 70.       

 

MI CRÍTICA:

La había perdido la pista al director Walter Salles desde aquella «Diarios de motocicleta» (2004). Sí, aquella por la que Jorge Drexler ganó el Óscar a la mejor canción y aprovechó su discurso para interpretarla a capella. Esa que no le dejaron cantar en la ceremonia porque Antonio Banderas y Carlos Santana tenían más “glamour” que él. Dos artistazos como la copa de un pino, eso sí, pero se la destrozaron. Aquí consigue atraparme de nuevo como lo hizo con aquella. Su estilo cargado de emotividad te deja atrapado. La película es lenta y a ratos muy lenta. Esa misma lentitud con la que pasan las horas cuando se han llevado a tu marido o padre de casa y estás esperando a que regrese. Y no regresa. Me encanta la manera magistral en que me hizo sentir esa angustia. Consiguió que yo, y creo que todos los que hemos visto la película, nos sintamos partes de la familia.

            El merecimiento al Óscar a la Mejor Película Internacional no lo juzgo, puesto que no he visto las demás, pero lo doy por bueno. Lo tenía todo para ganarlo. Una historia verídica que hay que recordar de vez en cuando. Ahora que los líderes democráticos se están quitando las caretas para convertirse en populistas líderes autoritarios (¿no les recuerda esto a Hitler?), hay que contar y recontar este tipo de sucesos del pasado. Las soberanías residen en el pueblo y es a este al que hay que respetar por encima de todo. No vale eso de “el fin justifica los medios”. El fin es respetar a todos y cada uno de ellos. De eso va el libro del escritor brasileño Marcelo Rubens Paiva, que fue uno de los hijos de ese padre que fue detenido y aniquilado por las fuerzas militares brasileñas de su novela y que, con notable acierto, Salles ha llevado a las pantallas. La dictadura militar (aunque la adornaran de democrática) se mantuvo desde 1964 hasta 1985.

            Además, creo que es la primera vez en la historia que un mismo director logra que nominen a un Óscar a la madre y a su hija. Fernanda Torres ha conseguido compungirnos con su papel de esposa a la que le arrancan a su marido y tiene que lidiar con los hijos menores sin que ellos se enteren de lo que está pasando. Creo que esa es la grandeza de su personaje y en lo que recae el peso emocional de la cinta. Logra que vivas las sensaciones de una manera sencilla, sin estridencia. Esa a la que estaba obligada para que todos, en casa, pensaran que nada iba mal. Fernanda hija lo es de Fernanda Montenegro; nominada en 1999 por la película de este director «Estación Central de Brasil». Prometo buscarla. El desaparecido lo encarna Selton Mello, que, aunque no tiene tiempo de hacer un papel lucido porque desaparece, es uno de los más grandes del panorama cinematográfico brasileño.

            En definitiva, es una historia que tienes que ver un día que te pille con fuerzas. Si no, puede atragantársete. Un elenco de actores, los niños sobre todo, bien dirigidos en una trama que no es tan novedosa a tenor de todas las familias con desaparecidos que tenemos en España, pero que hay que rememorar y decirle a las nuevas generaciones que eso pasó y, si no se ponen las pilas, puede volver a hacerlo.

            Quiero dedicar este escrito a todas las familias que tienen miembros desaparecidos por motivos políticos. Y no hablo de bandos ni de países. Hablo de familias, de seres humanos.

NOTA: La historia no se debe olvidar… Le pongo un 7.

3 NOMINACIONES:
Mejor Película
GANADORA –> Mejor Película Internacional (por Brasil)
Mejor Actriz Protagonista (Fernanda Torres)