El municipio de Agaete ha vuelto a reencontrarse con la Virgen del Pino en una Romería-Ofrenda que ha puesto fin a dos años de espera obligatoria por la pandemia

Grupos folclóricos, de baile, miembros del Ayuntamiento de Agaete y vecinos y vecinas se han unido a la carreta municipal para llevar la ofrenda de más de 1.000 kilos de alimentos de la tierra y el mar a la Patrona. El Ayuntamiento de Agaete se vistió de gala, con una carreta en homenaje a la alfarería tradicional, que tras meses de trabajo ha recorrido las calles de la Villa Mariana en una cita muy esperada.
 
La Romería-Ofrenda a la Virgen del Pino cumple en esta edición 2022 su 70 aniversario, y para este año, el reconocimiento de la Villa de Agaete ha sido a la alfarería tradicional del municipio, inspiración para la carreta municipal, diseñada por el concejal de Fiestas, Antonio García.
Con un bernegal como pieza principal y otros elementos como una tinaja tradicional, traperas canarias, varas con cintas y el ídolo de Tara, la Villa de Agaete se ha reencontrado en El Pino en una tarde de fervor y tradición.
 
La carreta desfiló en penúltimo lugar en la Romería-Ofrenda, engalanada con flores recogidas en el municipio como son los lilium, solidago, anturios, y el colorido de los sabores del Valle, como naranjas, plátanos, peras, manzanas, sandías, calabazas, cebollas, entre otras. La carreta llevó a su Patrona unos 200 kilos de bonito y 20 fulas del Puerto de las Nieves, 300 kilos de plátanos, y eucalipto, helecho y laurel que han dado a la carreta un olor especial.
 
El grupo folclórico ‘Los parranderos del Valle de Agaete’, acompañados del cuerpo de baile de las Escuelas Artísticas Lucy Cabrera, han acompañado el baile y el ambiente festivo, al que se han sumado vecinos y vecinas hasta la Basílica.
 
Agaete ha bailado y cantado Seguidillas de Gran Canaria a la imagen en su encuentro con la imagen de la Virgen del Pino. La comitiva partió desde el Castañero Gordo de Teror este mediodía y concluyó ante la Basílica del Pino, donde hicieron entrega de la ofrenda.
 
En el recorrido, visitantes, peregrinos, turistas, y residentes han podido disfrutar de una fiesta celebrada con ilusión, y de una Gran Canaria unida en honor a su Patrona.
 
¡Viva la Virgen del Pino!