La convocatoria sujeta a las bases del Instituto Canario de la Vivienda concederá un total de 231.617,22 € para mejorar la habitabilidad y accesibilidad de los inmuebles.
El Ayuntamiento de Teror concederá un total de 231.617,22 € para subvencionar la rehabilitación de 36 viviendas de titularidad privada en el municipio, acogiéndose a la convocatoria del Instituto Canario de la Vivienda dentro del programa para combatir la despoblación en el medio rural del Plan de Viviendas de Canarias 2020-2025.
La Concejalía de Vivienda del Ayuntamiento de Teror, que dirige la edil Mónica Nuez, ha notificado a los/as beneficios/as de las ayudas la correspondiente subvención, que en la mayoría de los casos se sitúa entre el 85 % y el 50% del presupuesto de la rehabilitación, con un máximo de 10.000 € por solicitud.
“Estas ayudas suponen una gran oportunidad para que la población en general pueda llevar a cabo reformas básicas en su vivienda y adaptarla a las necesidades de mejora, atendiendo a la accesibilidad y habitabilidad principalmente”, explicó Mónica Nuez. “ Es una lástima que no todas las solicitudes presentadas pudieran ser resueltas favorablemente, ya que no cumplían las bases fijadas por el Instituto Canario de la Vivienda, entre ellas, en el caso de las Comunidades de Vecinos, que tuvieran una antigüedad posterior a 1996”.
El Ayuntamiento de Teror recibió un total de 67 solicitudes para esta convocatoria de subvención destinada al fomento de la rehabilitación de viviendas de titularidad privada. Del total de solicitudes, 53 expedientes requirieron subsanación, principalmente debido a la falta de documentación presentada. Y finalmente 36 superaron los requisitos fijados por el Gobierno de Canarias desde Instituto Canario de la Vivienda.
Las bases de la convocatoria, que fueron publicadas el pasado 10 de noviembre de 2023, y tramitadas por la Cámara de Comercio de Gran Canaria, recoge distintos tipos de actuaciones subvencionables, para obras de rehabilitación en viviendas aisladas o interior de viviendas en edificios mejorando la accesibilidad y uso; en el caso de edificios de tipología residencial colectiva, reformas en las zonas comunes; obras con la finalidad de luchar contra la pobreza energética; y obras en viviendas aisladas en situación de fuera de ordenación con la finalidad de que puedan dejar de estarlo si se desarrollan las obras necesarias para ello.