Manuel Sosa Medina, conocido como “Sandokán”, fue un héroe del mar en Gran Canaria.
Nacido en Bañaderos, Arucas dedicó más de 40 años de su vida al rescate de personas en las bravas y peligrosa costa norte de la isla, salvando a más de 300 vidas de manera altruista.
Su primer rescate ocurrió cuando tan solo tenía 15 años, salvando a una niña que había sido arrastrada por el mar. Décadas después, esa misma niña regresó para presentarle a sus hijos en señal de gratitud.

Desde entonces, se convirtió en una figura clave en la seguridad marítima de la región y siempre que había que ayudar a alguien que se ahogaba en el mar, ahí estaba el amigo “Sandokan”, solo o acompañado de otro gran héroe, su amigo José Antonio Bolaños Otarola, (D.E.P.), el que fuera presidente y fundador de los GIORS CANARIAS (Grupo Intervención, Operativo Rescate y Salvamento), donde el director de la revista digital “nortegrancanaria.com” Fernando Malaxechevarría es su jefe de Prensa.
A lo largo de su vida, recibió múltiples reconocimientos, como la Medalla al Mérito de Protección Civil en 1991 y la Medalla de Oro de Canarias en 2007. También fue nombrado Hijo Predilecto de Arucas, y en su honor se inauguró un mural en El Puertillo, obra del artista Richard Santana.
Falleció en agosto de 2021 a los 67 años, dejando un legado imborrable en la comunidad.
Su valentía y dedicación lo convirtieron en una leyenda local.
“Sandokán” no dudaba en lanzarse al agua ante cualquier emergencia y ante cualquier estado de la mar; primero confiando solo en su habilidad como nadador y más tarde, con una pequeña embarcación que él mismo construyó.
Su valentía y conocimiento de la mar lo convirtieron en una figura clave en la seguridad marítima de la región. Colaboró con la Guardia Civil y la Policía Local, participando en rescates de bañistas y pescadores, e incluso en la recuperación de cuerpos de ahogados de quienes no lograron vencer la furia del Atlántico.
A pesar de sufrir un infarto cerebral en 2008, que le dejó paralizado parcialmente, “Sandokán” siguió siendo un referente para la comunidad de El Puertillo, Arucas.
Su historia es realmente un testimonio de coraje y altruismo.
En varias ocasiones rescató a pescadores que, quedaron atrapados en aguas turbulentas. Su conocimiento del mar y su valentía fueron clave para evitar tragedias.
Hay que destacar su colaboración continua con la Guardia Civil, participando en la recuperación de cuerpos y en rescates de bañistas en peligro. Su destreza y rapidez lo convirtieron en un recurso invaluable para las autoridades.
Aunque al principio realizaba los rescates solo nadando, con el tiempo adquirió una embarcación propia, a la que llamó “Sandokán”, y con la que patroneó durante 26 años hasta que una trombosis le impidió seguir nadando.
El legado de Manuel Sosa Medina, conocido como “Sandokán”, sigue vivo en Gran Canaria, pues su valentía y altruismo han dejado una huella imborrable en la comunidad y como prueba de ellos, cito a continuación una serie de actos que lo demuestran como:
Los muchos reconocimientos oficiales: fue galardonado con la Medalla al Mérito de Protección Civil en 1991 y la Medalla de Oro de Canarias en 2007. También recibió el Premio Humanidades José Joaquín Díaz de Aguilar del Club Rotario de Gran Canaria.
El Homenajes en Arucas: su municipio natal le rindió tributo nombrándolo Hijo Predilecto de Arucas y dedicándole una calle en El Puertillo.
Un Mural con su imagen: en 2020, se inauguró un mural en su honor en El Puertillo, obra del artista Richard Santana.
Pero el amigo “Sandokan” destacó sobre todo por haber sido ser una inspiración para las futuras generaciones. Su historia sigue motivando a quienes viven cerca del mar, recordándoles la importancia de la solidaridad y el respeto por el océano.
“Sandoká” no solo salvó vidas, sino que también dejó un ejemplo de coraje y entrega sin pretender recompensa alguna.
Nuestro hoy homenajeado Manuel Sosa “Sandokan”, tuvo una vida marcada por su amor a la mar y su dedicación al rescate de personas en la costa norte de Gran Canaria. Aunque provenía de una familia agrícola, desde pequeño sintió una profunda conexión con el océano. Se escapaba del colegio para pasar tiempo en el agua, desarrollando una habilidad excepcional como nadador.
“Sandokán” fue padre de cinco hijos y además de su labor de rescate, se dedicó a la construcción de barcas y a la venta de pescado.
Su historia es un auténtico testimonio de coraje y altruismo
Aunque fueron numerosos los rescates que, protagonizó en la costa norte de Gran Canaria, a mí me gusta destacar uno en particular, aquel su primero cuando solo contaba 15años de edad, y salvó a una niña que había sido arrastrada por un golpe de mar ; la misma que años después, regresaría para presentarle a sus hijos en señal de gratitud eterna.
Su legado sigue y seguirá vivo en Gran Canaria, donde lo recordaremos como ese hombre bueno y ejemplar, verdadero héroe del mar.
Pues es de justicia tener presente el que Manuel Sosa Medina, conocido como “Sandokán”, se enfrentó a varios desafíos a lo largo de su vida, tanto personales como en su labor de rescate como fueron:
Las condiciones extremas del mar: l costa norte de Gran Canaria es conocida por sus aguas bravas y peligrosas. “Sandokán” arriesgó su vida en cada rescate, enfrentando fuertes corrientes y oleaje impredecible.
Su falta de recursos: ya que, durante muchos años, realizó rescates sin equipo especializado, confiando solo en su habilidad como nadador. Más tarde, logró adquirir una embarcación propia, que utilizó durante 26 años.
Sus problemas de salud: pues desgraciadamente en 2008, sufrió una trombosis que le dejó secuelas y le impidió seguir nadando. A pesar de ello, continuó siendo un referente en la comunidad.
Y ese Reconocimiento tardío: aunque salvó más de 300 vidas, su labor fue mayormente altruista y no siempre recibió el reconocimiento inmediato que merecía. Aunque en justicia hay que admitir que, con el tiempo, fue homenajeado con la Medalla de Oro de Canarias y otros premios.
A pesar de estos desafíos, “Sandokán” nunca dejó de ayudar a quienes lo necesitaban, por eso su legado seguirá vivo en Gran Canaria;
¡Grande Sandokan!
Disfruta hoy y por la eternidad, de la Gloria de Nuestro Señor, porque supongo que ahí en el Cielo, pocas vidas tendrás que salvar; ya que “El Jefe” se habrá encargado de ese menester, aunque todo hay que decirlo, “ÉL” se especializó más bien en “almas” y tú en cuerpos. Jajajaja.
Gracias mil migo Manuel Sosa Medina, siempre permanecerás en nuestros mejores recuerdos, porque fuiste una buena persona, entregada a ayudar al prójimo sin esperar ninguna recompensa por ello.
¡Tú sí que cumpliste y bien en vida “Sandocan”!
¡Qué cosas!
Julio César González Padrón
Marino Mercante y Escritor