Unas veces sola otras acompañada.
En unas ocasiones escondida, otras al descubierto dependiendo del lugar y del momento.
Recuerdos viejos o nuevos tiempos.
En ellos me inspiro para continuar escribiendo.
En el espejo me miro con mi abanico de colores, no dejando de sonreír al rememorar aquellos encuentros.
Encuentros que pudieron ser delirios o sentimientos, pero todos sueños hechos realidad que aparecen y permanecen donde deben estar.
Me pierdo en ellos para volverme a encontrar, cada uno con su encanto y que quizás más adelante, me atreveré a contar.