Tener las manos atadas
muchos significados puede tener.
En algunos momentos pueden ser prohibidos, escondidos o sensuales.
Otros, pueden ser momentos de silencio para evitar ser «descubiertos».
A veces, imaginamos tenerlas atadas para evitar tocar algo que atraiga, pero en lo que al mismo tiempo no debamos fijar nuestra mirada.
Atadas o desatadas, enredadas o desenredadas, siempre manos sinceras, lejanas o cercanas…