- Se trata de un Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, valorado en 229.516,76 euros
El Ayuntamiento de Guía dispone ya del informe de valoración de la Ermita de San Juan para proceder a la compra de este inmueble, declarado en 2018 Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, y que este pueda pasar ya a formar parte del patrimonio municipal. El informe, redactado por el arquitecto municipal, incluye una detallada y exhaustiva identificación y valoración de la Ermita de San Juan y su plaza aledaña, la vivienda tradicional rural de la finca, las cuevas existentes y los caminos de ascenso peatonal histórico a la ermita y el camino de acceso rodado a la citada vivienda, todo ello valorado en 229.516,76 euros según el citado informe.
Este documento, explica el alcalde, Pedro Rodríguez, supone un gran avance en las gestiones necesarias para poder formalizar la adquisición de esta ermita “una cuestión en la que venimos trabajando desde el año 2011 cuando reactivamos desde este Ayuntamiento la tramitación del expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural”, indicó.
El primer edil guiense recordó asimismo que este verano ya se mantuvo un encuentro con los representantes de los herederos de esta Ermita para abordar las cuestiones relativas a su adquisición, subrayando “la urgencia de actuar lo antes posible para proteger y conservar esta parte tan importante de nuestro patrimonio”, señaló.
La Ermita de San Juan
La Ermita de San Juan data de 1690 y constituye un elemento representativo de la sociedad de finales del siglo XVII, en la que existían importantes propietarios vinculados a la expansión agrícola, así como una sociedad agraria instalada en un medio geográfico disperso y adaptado a un sistema productivo.
Atendiendo a su delimitación, el BIC lo forman la ermita y la pequeña plaza mirador y su entorno de protección está conformado por el montículo cubierto de vegetación donde se sitúa la ermita, las antiguas edificaciones y la cueva, situadas en el lado sureste del promontorio, formando una unidad arquitectónica, así como los caminos de acceso a la ermita, con una superficie aproximada de 6.000 metros cuadrados.
En cuanto a su edificación, ocupa una ubicación preeminente sobre un promontorio aislado, con acceso a pie a través de un antiguo camino que llega hasta la plataforma rocosa que, a modo de atalaya, tiene una amplia visión sobre el territorio circundante.
De este modo, el edificio es testimonio material de la arquitectura y de la sociedad de la época, con una construcción sencilla de muros de carga y cubiertas inclinadas, con estructura de madera par y nudillo según las pautas del estilo mudéjar y con una pequeña plaza que la rodea.