Estoy a favor de los que dicen que es lícito que la cantante colombiana ponga de “vuelta y media” a su expareja que lo traicionó (aunque yo no hubiera sido capaz, soy más de otro estilo). Es verdad que los deshonestos se valen muchas veces de la discreción de sus víctimas para salir indemnes de sus actos reprobables; pero en este caso más que el fondo, creo que no han sido las formas adecuadas. Si pasas de los hechos a los insultos, habla peor de ti que de la persona que hizo el daño. Ya es “vox populi” que Piqué mantuvo una relación extramarital en el propio domicilio (lo que se suele decir “le puso los cuernos”). Muy inaceptable. Aprovechar para crear una canción de empoderamiento femenino. Muy oportuno. Que tanto la cantante como el futbolista están “facturando”, muy evidente. Ahora viene mi yo suspicaz y me dice al oído: “¿no estará todo milimétricamente diseñado?
La frase “cambiaste un Rólex por un Casio” es, cuanto menos, imprudente. Primero, porque insulta directamente a Clara Chía (que clara-mente tiene algo de culpa en el embrollo), porque demuestra un insolente exceso de ego desmedido de la cantante (de la que me imagino que Piqué también tendría cosas que decir) y porque le ha dado un comodín a su “adversario” para seguir humillándola. Nunca me ha gustado Piqué. Como jugador de fútbol, buenísimo; pero como persona, un sobrado irrespetuoso con sus contrincantes. Ahora, vuelve a la carga facturando con la esponsorización de Casio y llegando con un Twingo a la reunión de la King’s League. Eso lo hace para reírse (una de las peores formas de humillación) del ataque de Shakira. Ojo, sigo poniendo en cuarentena que todo estuviera premeditado por los dos. Ahora, los beneficios que están obteniendo están aumentando la cifra de ceros de sus facturas. Esperemos que no les pase “factura” después, cuando sus hijos crezcan y decidan posicionarse en favor de uno o del otro. Ah, y que sepa la que vale más que 2 de 22, que el Casio G-Shock G-D5000-9JR es 9 veces más caro que el Rolex Oyster. Ahí lo dejo.