El mundo del agua en Canarias está por necesidad metido en las venas de los canarios. Toda la población, ha dependido y depende hasta la actualidad del encauzamiento, desalación y alumbramiento del agua y de su reparto para poder sobrevivir tanto en zonas urbanas como rurales.
Hay términos que siempre vivirán asociados a nuestra vida aunque en muchos casos no sepamos su significado, sabemos a qué contexto pertenecen; así si nos hablan de dula, azada, tronera o cuarta, nuestra cabeza nos envía al mundo del agua y su aprovechamiento.
Somos conscientes, por eso intentamos hacer convivir la terminología y los usos históricos del agua con los avances tecnológicos que hacen optimizar su consumo y el ahorro de energía.
Estos son algunos de los términos históricos que se usan en el Noroeste de Gran Canaria:
𝗔𝘇𝗮𝗱𝗮: la azada en el Norte de Gran Canaria, se midió a razón de un caudal de ocho litros por segundo durante el periodo de una hora, equivale a 28.800 l. La boca de azada de las troneras tiene 24 cm de ancho por 24 y 25 de caída, con aristas ochavadas. Se usaba una tablilla metálica milimetrada para verificar las alturas y volumen de salida. Así con una altura de 7.95 cm, se consigue el volumen de salida de ocho litros por segundo. Además en las Troneras se observan también bocas perfectamente cubicadas de Media Azada y de Cuarto de Azada.
𝗗𝘂𝗹𝗮: Turno de riego. Expresa el intervalo de tiempo de la frecuencia de riego correspondiente a las tierras irrigadas por un determinado Heredamiento, cuyas aguas se distribuyen en la cantonera. Este intervalo, medido en días, no es uniforme; depende de varios factores, siendo los más importantes la calidad el agua, de los suelos, la demanda hídrica de los cultivos y las características climáticas. Por regla general, en los Heredamientos de las áreas influenciadas por los Alisios, más húmedas, la frecuencia de riego o dula era de 30 días, mientras que en los heredamientos de las áreas al soco de los vientos dominantes era de 20 e incluso 15 días.
𝗖𝗮𝗻𝘁𝗼𝗻𝗲𝗿𝗮 Depósito, inicialmente de argamasa y con partes de cantería, de superficie y volumen variable, donde se reúnen las aguas de nacientes, fuentes, galerías, pozos e incluso de Madres de barranco y de avenidas torrenciales para su posterior medida y distribución entre las personas que tienen derecho al uso de esa agua. Para ello cuenta con distintas bocas de salida perfectamente calibradas para medir dicha agua. Este depósito con profundidad variable sirve a la vez para decantar las impurezas que pueda traer el agua y que queden en el fondo del mismo.
𝙏𝙧𝙤𝙣𝙚𝙧𝙖: En el norte de Gran Canaria, sobre todo en Guía y Gáldar, se utiliza en vez de la Voz Cantonera la denominación de Tronera para denominar a estos depósitos de reparto. Esta denominación nos lleva a otra de las realidades históricas de nuestras islas, tan habituadas a tener que defenderse de ataques foráneos. Así, tanto en los barcos de guerra como en las fortificaciones, se denomina Tronera a los huecos por donde asoman los cañones defensivos y ofensivos del barco o edificio y por donde arrojan su fuerza de fuego. Vemos como el saber popular, protagonista de ambos ámbitos el agrario y el defensivo en algún momento de la historia los asoció ofreciéndonos un término, Tronera, cargado de historia práctica.