- Los detenidos, que mantuvieron una relación sentimental durante varios meses, tenían relaciones sexuales y hacían participar en las mismas a la hija de ésta, de cuatro años de edad, para que aprendiera
- El hombre además, agredió a su propia hija, a la que obligaba a realizar actos de índole sexual mientras la grababa con su teléfono móvil
- En el registro de sus dispositivos electrónicos, los especialistas localizaron contenido de pornografía infantil
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Gran Canaria a un hombre y a una mujer, como presuntos autores de, según el caso, agresión sexual, corrupción de menores y distribución de pornografía infantil. Los detenidos, que mantuvieron una relación sentimental durante varios meses, tenían relaciones sexuales en las que hacían participar a la hija de ésta, de cinco años de edad, para que aprendiera. El hombre además, agredió a su propia hija, de cuatro años de edad, a la que obligaba a realizar actos de índole sexual mientras la grababa con su teléfono móvil. En el registro de sus dispositivos electrónicos, los especialistas localizaron contenido de pornografía infantil.
El mes de enero del año 2021, la Policía Nacional recibió la visita de un hombre, que se identificó como perito informático, para informar de que había localizado un canal a través de una conocida Red Social en el que se vendía material de pornografía infantil. Dicho material se distribuía en el citado canal previo pago de una cantidad determinada.
El hombre aportó más de 500 archivos de contenido pornográfico en una unidad de almacenamiento extraíble que había descargado previamente de la citada ubicación.
Pornografía infantil
Los especialistas pudieron determinar entonces que el supuesto perito había “consumido” parte de ese contenido, por el que había realizado pagos al responsable del canal, por lo que desde ese momento se convirtió para los agentes policiales en investigado.
Debido a sus conocimientos en Informática Forense y sabiendo que las descargas que había realizado no eran seguras, decidió supuestamente poner los hechos en conocimiento de la Policía Nacional para tratar de evadir responsabilidades penales.
Agresión sexual y distribución de pornografía infantil
En el transcurso de la investigación y de manera no relacionada con los hechos que hasta entonces se investigaban, la Policía Nacional recibió en junio del pasado año otra denuncia en la que el investigado supuestamente agredió sexualmente a su propia hija, cuando ésta tenía cuatro años de edad.
En la citada denuncia, interpuesta por la madre de la menor y expareja sentimental del mismo, se detallaba cómo la menor fue obligada durante meses a realizar actos de índole sexual, mientras éste lo grababa todo con el teléfono móvil, para enviarle los vídeos a un supuesto psicólogo experto en “niños rebeldes”.
Tras la acusación de su expareja, el hombre fue detenido y puesto a disposición de la Autoridad Judicial, quien decretó de manera inmediata su ingreso en prisión.
Los investigadores llevaron a cabo un registro en el domicilio del arrestado, donde fueron intervenidos cinco teléfonos móviles, 27 unidades de almacenamiento extraíble, 5 discos duros y cinco datafonos.
Segunda agresión sexual y corrupción de menores
Un análisis exhaustivo del material intervenido permitió a los especialistas informáticos de la Policía Nacional localizar más contenido de pornografía infantil en los dispositivos intervenidos en el registro, concretamente más de 100 archivos de producción propia y alrededor de 150 archivos de pornografía infantil (en torno a 15 Gigabytes).
Numerosos vídeos mostraban al arrestado junto a una mujer y a una niña de muy corta edad, aproximadamente de unos cinco años, realizándole actos de contenido sexual.
Las pesquisas permitieron identificar a la mujer, expareja sentimental del mismo, quien enseñaba en numerosos vídeos a su propia hija a realizar actos sexuales con él y a practicarlos igualmente.
La investigación policial culminó con la detención de la mujer, como presunta autora de los delitos de agresión sexual y corrupción de menores. Una vez puesta a disposición de la Autoridad Judicial, se decretó también su ingreso en prisión.