Ayer por la tarde, en un Teatro Consistorial completamente lleno, se llevó a cabo la esperada presentación del libro del autor Don Ángel Ruiz Quesada.
El evento comenzó con una actuación preparada por Andamana Ruiz Molina y su compañera artística Yure Molina Torres, en la que tres bailarinas interpretaron inicialmente tres danzas representando diferentes etapas de la vida y la política. Estas terminaron fusionándose en una única coreografía, simbolizando la unión de todas las etapas y de todas las personas.
Se concluye con unas sentidas palabras de Andamana dirigidas a su padre, culminando con una frase que alude al título: Bendita sea la Política y bendito seas tú.
A continuación, Santiago Gil presentó un extraordinario análisis del autor y su obra, logrando despertar en todos el deseo de sumergirse en la lectura del libro.
Luego intervino Alejandro Torrealba Álvarez, quien nuevamente destacó la relevancia de leer este magnífico trabajo.
Estaba previsto que el editor Jorge A. Liria Rodríguez tomara la palabra, pero a última hora informó que no podría asistir. En su lugar, su antigua compañera Nuria González compartió unas emotivas palabras que, como señala el subtítulo del libro, estuvieron cargadas de recuerdos compartidos.
El acto concluyó con las palabras de Don Ángel Ruiz Quesada, quien dedicó un espacio significativo a los agradecimientos, siguiendo su filosofía de dar «al César lo que es del César».
El evento se cerró con emocionantes dedicatorias de quienes tuvieron la oportunidad de acercarse a saludarle.
Ángel dedicó este trabajo a su nieto Daniel, destacando también el apoyo incondicional de su esposa Juani Molina, sus hijas Débora, Eva, Raquel, Fayna y Andamana, así como de sus yernos, quienes en todo momento estuvieron presentes brindándole amor y cercanía. Como gesto anecdótico, tras finalizar su discurso, su hija Andamana no pudo contener el orgullo y la felicidad, exclamando con entusiasmo: «Ese es mi padre». Sin duda, una familia extraordinaria. Felicidades.
Por mi parte, aunque no pertenezco a la familia, puedo decir que también me siento afortunado y orgulloso de conocerlos. Ellos han encontrado en mi familia y en mí unos amigos dignos de confianza, y ese aprecio ha sido completamente recíproco. Gracias, familia Ruiz Molina, por ser como sois. Y como se dice por aquí: que Las Mañas nunca Pierdan.