FARAILAGA por Julián Meián

“Hoy toca corte…” los que han trabajado y trabajan en las plataneras saben lo que significa esta expresión. Hace tiempo que no publicamos algún topónimo del pueblo y ya va siendo hora.
Lo he repetido, Guía puede pasar por ser el pueblo más antropizado de Gran Canaria, tiene muy poca toponimia de raíz prehispánica, esto no significa que no esté totalmente sembrada por toda la geografía guiense la huella de nuestros abuelos aborígenes, a través de construcciones, grabados, enterramientos, cuevas, graneros, etc.

Precisamente la riqueza natural de este pueblo es la que hizo que se asentaran de manera inmediata, ocupando la mayoría del territorio, los nuevos pobladores en su suelo y de manera natural hicieran desaparecer casi toda la huella toponímica de los antiguos canarios.
Farailaga, es un topónimo prehispánico, plenamente consolidado en la documentación histórica. Aparece de distintas formas en los documentos, Fagalairaga, Fagadalairaga, Falairaga, Farilaga ya más recientemente. Sabemos lo costoso que es comprender la significación de las palabras aborígenes canarias, pero con esos prefijos, “Fa” o “Faga”, observamos otros topónimos conservados hasta la actualidad en la comarca: “Fagagesto”, “Faneque”, “Faneroque”, “Facaracas”.
La situación geográfica seguro que también marca la composición del nombre de este núcleo guiense. El situarse sobre el mar o la “Costa de Lairaga”, “Costa del Iraga“, o “Costa del Airaga”, como aparece nombrándose en distintos documentos a un amplio sector de la costa norte de Gran Canaria, que podemos documentar entre Bañaderos y San Felipe.

Así encontramos en una escritura de 2 de marzo de 1512, ante el escribano Alonso de herrera, que “…Pedro Jaén da para sembrar cañas a Cristóbal de Alcalá cierta tierra de regadío que tiene en el Airaga, debajo del puerto de Diego de Silva….”
Una de las primeras referencias que hay del topónimo que trabajamos lo vamos a ver cuándo el día 13 de agosto de 1552, en un contrato hecho ante el escribano Luis Fernández Rasco, se le encarga a “Juan Rodríguez, Cortador” la construcción de un camino que desde lo que hoy conocemos como El Pagador permitiera, “que las recuas de los ingenios azucareros de Hernando de Padilla y Damian de Azuaje, puedan ir Fagalayraga y a las Tres Palmas”
El actual Farailaga, sigue manteniendo un aire a Historia antigua y moderna de Canarias y de Guía que invita a caminar por sus veredas y a encontrarse con yacimientos como el del Morro Verdugado, La Cueva Mora, la casa y cueva aborígenes de Lomo de Vergara y los enormes enclaves etnográficos e históricos visibles desde la carretera, como riegos y troneras aún en uso, las Canteras de piedra o el Secadero de Tabaco que allí se levantó.