Cada año, el Ayuntamiento de Gáldar invierte grandes cantidades de dinero público en solucionar atascos en la red de alcantarillado producidos por la acumulación de toallitas higiénicas. Un dinero procedente del esfuerzo del contribuyente que, literalmente, se va por el desagüe.

Esto se solucionaría con el simple gesto de desecharlas correctamente en el contenedor de fracción de restos. Además daríamos solución a un grave problema medioambiental: muchas de ellas acaban en el mar o parajes naturales como playas o barrancos y, lo que es peor, afectando a la fauna y flora.