Corpus en Teror “La custodia de Doña Pura Bascarán”

María de la Purificación Bascarán y Reyna nació en Madrid, hija de José de Bascaran y Federic, General de División y Ayudante de Campo de Su Majestad el Rey Alfonso XIII, y de Enriqueta Reyna.
El 21 de junio de 1915, en la iglesia de la Concepción de Madrid, contrajo matrimonio con el canario Sixto del Castillo y Manrique de Lara, uno de los hijos de Adán del Castillo y Dolores Manrique de Lara, dueños del Cortijo de Osorio. El matrimonio se instaló en la ciudad de Las Palmas. A partir de entonces, Pura Bascarán, como era conocida, se implicó plenamente en la vida social del archipiélago; donde ocupó durante décadas la Presidencia de Honor de la Cruz Roja Española y realizó innumerables obras de beneficencia, ligadas todas ellas a la Iglesia de las islas.
Tuvo siempre una peculiar e íntima relación con la Virgen del Pino y Teror, donde habitaba en su residencia de la Calle de la Herrería, y tuvo como director espiritual a Monseñor Socorro Lantigua.
Su esposo falleció el 8 de agosto de 1941 y ella reunió todas las joyas de la pareja (incluidas las que les regalaron los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, sus padrinos de boda) y mandó a hacer con ellas, la hermosa custodia de estilo renacentista fabricada en los talleres del sacerdote señor Granda en Madrid el año 1942 y entregada a la Virgen del Pino en el Día de las Marías de 1943. Esta custodia fue uno de los objetos de mayor valor material robados en 1975 a la Patrona de la Diócesis.
Pura Bascarán falleció en Las Palmas de Gran Canaria el 10 de noviembre de 1969. Dejó como heredero de todos sus cuantiosos bienes al Obispado de Canarias.
El consistorio de la Villa Mariana, considerando esta unión con Teror, sus donaciones y actos caritativos, decidió nominar en su honor una calle, situada en el populoso Barrio del Pino del municipio terorense.