Hoy cruzo con mi buque el inmenso mar que nos separa.

Llevo en mi mente su cándida imagen de bella mujer cautivadora.

Late de prisa mi corazón, mientras escucho bellos boleros de amor, con sabor americano.

Representa mi presente y el futuro, y aunque mi amor a gritos ya la reclama, aún clama la voz en el océano.

Como niño rencien nacido, busco la tibieza de su pecho y las caricias de sus manos.

Y resulta tanto el deseo por verla, que solo morir de amor anhelo, si no lo consiguiera.