RELATOS CORTOS | JUAN JOSÉ BENÍTEZ-HERNÁNDEZ
CONFESIÓN
—¡Tenemos que hablar! —Le dijo con cara de póker. Ella le miró, sin lograr averiguar que pretendía, y le preguntó: —¿He de preocuparme? —Sólo quiero
—¡Tenemos que hablar! —Le dijo con cara de póker. Ella le miró, sin lograr averiguar que pretendía, y le preguntó: —¿He de preocuparme? —Sólo quiero
Las imágenes no dejaban lugar a dudas: un grupo de adolescentes rodeó a un joven de su misma edad, más bien flaco, con gafas de
No era la primera vez que me acompañaba. Inaugurábamos la Semana Santa viendo la Procesión de la Burrita bajando hacia nosotros, por la empedrada calle,
¡Hace frío! Mucho frío, y, sin darse cuenta de que estaba dormido, despertó. Estaba acostado en posición fetal en el duro suelo, con la mano